Entrevista | Nuria Climent (3/4): Resolución de problemas
⇨ «Yo creo que unos problemas muy interesantes son aquellos en los que el énfasis no está en el contenido; no son problemas de aritmética, ni de geometría, sino más bien problemas de heurísticos, de aplicar estrategias».
⇨ «Aprender estrategias de resolución de problemas es algo fundamental. Además, el profesor puede utilizarlas para dar sugerencias a los alumnos sin tener que decirles “se hace así”, sino: “¿por qué no pruebas a cambiar los números?”. De esta forma ayudamos al alumnado sin convertir el problema en un ejercicio».
⇨ «También es factible considerar pequeñas investigaciones; por ejemplo, planteándoles preguntas del tipo: “¿Cómo podemos clasificar los cuadriláteros si nos fijamos en las diagonales?”».[adsense_hint]
Introducción
Nuria Climent es profesora titular del área de Didáctica de la Matemática en la Facultad de Educación, Psicología y Ciencias del deporte de la Universidad de Huelva, y tiene ya a sus espaldas una dilatada carrera como investigadora y docente. Su línea de investigación se centra en la formación y el conocimiento del maestro para la enseñanza de la matemática. En su perfil de ResearchGate puedes ver una lista de sus publicaciones.
Nota: Hemos dividido la entrevista en cuatro posts, uno por bloque de contenidos: I. Cómo enfocar la enseñanza de las matemáticas, II. ABN, III. Resolución de problemas y IV. Enseñanza de las magnitudes y medidas.
III. Resolución de problemas
Significativa: La resolución de problemas es la mejor forma de aprender matemáticas, pero si queremos trabajarla correctamente no podemos repetir los mismos una y otra vez. Aun así, todavía en demasiadas clases de Educación Primaria, la mayoría de los problemas que se presenta a los alumnos y alumnas pertenecen a una única tipología. Nos referimos a los «problemas escolares de toda la vida» o, bajo una denominación más académica, problemas aritméticos elementales verbales (PAEV). Sin embargo, a través de los PAEV no pueden movilizarse muchos contenidos que son importantes para trabajar la resolución de problemas. ¿Qué podemos y qué no podemos trabajar a través de este tipo de problemas?
Nuria Climent: Antes de contestar a tus preguntas, primero me gustaría aclarar una cosa. Los problemas aritméticos verbales no son únicamente los que están en los libros de texto. Podemos plantear problemas aritméticos de enunciado verbal que tengan más de una solución, en los que falten datos, que puedan ser resueltos de distintas maneras… Pero desgraciadamente este tipo problemas no son propuestos en los libros de texto.
Significativa: Sí, tienes razón. En esencia, la variedad de PAEV es bastante más amplia que la contemplada en los textos o en algunos estudios sobre el tema. Pero me parece interesante que nos centremos solo en los «típicos PAEV de toda la vida»; es decir, en esa clase de problemas cerrados, que pueden resolverse por una o varias operaciones elementales y en los que se exponen situaciones de cambio, combinación, comparación, igualación, proporcionalidad simple, comparación multiplicativa o producto cartesiano. Porque creo que es una forma sencilla de que los docentes que nos estén leyendo se den cuenta de lo que están y no están trabajando en sus aulas.
Nuria Climent: Vale. De todas formas, y aunque nos ciñamos solo a esos problemas tan estereotipados, yo creo que podemos valernos de ellos para trabajar muchos contenidos. Para empezar, a través de estos problemas el alumno puede dar significado a las operaciones; por ejemplo, observando que la resta está asociada a distinto tipos de situaciones: a veces «de quitar» y otras «de cuánto falta». Algo crucial, porque si no la operación no sirve para mucho. Y también podemos trabajar las relaciones entre operaciones.
Por otro lado, sirviéndonos de los PAEV es posible iniciar a los alumnos y alumnas en el uso de métodos o protocolos para resolver problemas, valorando y entendiendo la importancia de cada una de las fases de la resolución ―comprender el problema, elaborar un plan, acometer la resolución y revisar el proceso―. E igualmente, en este sentido, nos permiten estudiar cuáles son sus partes o empezar a trabajar algunas estrategias de resolución de problemas, lo que se llama heurísticos.
Luego, también nos valen para comprender los distintos conjuntos numéricos. Y para aprender sobre los aspectos afectivos y metacognitivos asociados a la resolución de problemas; como, por ejemplo, qué hacer cuando nos bloqueamos ante un problema o qué tipo de sensaciones tenemos durante su resolución.
Significativa: Claro, pero es posible que para movilizar todos esos contenidos a través de esta clase de problemas debamos cambiar la forma de trabajarlos en el aula. Porque normalmente el planteamiento metodológico que se hace es muy mecánico; se le pide al alumno que descubra una operación y poco más.
Nuria Climent: Es que lo primero que debemos hacer es diferenciar entre problemas y ejercicios. El ejercicio es el que puedes realizar directamente, aplicando algo que ya sabes; el problema se supone que ha de tener cierto grado de dificultad y no ser tan inmediato. Pero lamentablemente creo que la mayoría de los problemas que hay en los libros de texto son ejercicios, o están tratados como ejercicios, o los profesores los convierten en ejercicios; porque si le indicas al niño los pasos que debe dar, al final deja de ser un problema.
Significativa: Bien. Acabamos de hablar de los contenidos que es posible tratar a partir de los PAEV, pero, como decíamos al principio, todos los contenidos no pueden ser movilizados gracias a este tipo de problemas. Entonces, ¿qué otras clases de problemas deberíamos proponer?
Nuria Climent: Yo creo que unos problemas muy interesantes son aquellos en los que el énfasis no está en el contenido; no son problemas de aritmética, ni de geometría, sino más bien problemas de heurísticos, de aplicar estrategias. Por ejemplo, pensemos en la estrategia de simplificar: «si no me sale con estos números voy a simplificarlos, voy a eliminar alguna de las condiciones, voy a resolverlo así y luego ya sigo». Creo que aprender estrategias de resolución de problemas es algo fundamental. Además, el profesor puede utilizarlas para dar sugerencias a los alumnos sin tener que decirles «se hace así», sino: «¿por qué no pruebas a cambiar los números?». De esta forma ayudamos al alumnado sin convertir el problema en un ejercicio.
También es factible considerar pequeñas investigaciones; por ejemplo, planteándoles preguntas del tipo: «¿cómo podemos clasificar los cuadriláteros si nos fijamos en las diagonales?». Y que cada uno investigue qué pasa con las diagonales, si se fijan en la igualdad, si se fijan en los ángulos, etc.
Otros problemas muy interesantes, pero para eso quizás haya que utilizar en el aula una metodología que los facilite, son aquellos que surgen a partir de las conjeturas de los alumnos. Si en clase de matemáticas el alumno no está aplicando fórmulas, sino razonando sobre las situaciones que se le plantea, en ocasiones, él mismo hace conjeturas. Y yo creo que tratar en clase un problema que una alumna o alumno acaba de plantear es impagable; por la motivación que supone; porque se ve qué es hacer matemáticas, que, a veces, consiste sencillamente en seguir las ideas y las hipótesis y ver si se cumplen o no se cumplen.
Para terminar, algo que, al menos en educación matemática, está bastante de moda: la formulación de problemas. ¿Por qué quedarnos en resolver problemas con lo interesante que es que el alumnado los formule? El alumno tiene que poner en práctica lo que sabe de distintos aspectos matemáticos, y una excelente forma de hacerlo es inventando problemas.[adsense_hint]
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