Índice
1. La clasificación como técnica de estudio
– ¡Todo de memoria! ¡No saben estudiar!
¿Cuántas veces has escuchado en boca de algún compañero o compañera quejas por el estilo? Más de una, ¿a que sí? Pues la próxima vez sorpréndelos y enséñales lo sencillo que es aprender a estudiar haciendo clasificaciones. ¿A que no sabías que podíamos usar la clasificación como técnica de estudio? Pues sí, la clasificación es una excelente técnica de estudio, sin embargo, es desconocida por la mayoría de estudiantes, y en muchos manuales se olvidan de ella y solo se ocupan del resumen, la toma de apuntes, el subrayado, los diversos tipos de esquemas… Y lo peor es que para utilizar correctamente algunas de estas técnicas debemos haber adquirido de antemano ciertas habilidades que se pueden trabajar fácilmente gracias a la clasificación.
Además, no es solo una técnica de estudio, es algo inherente a la especie humana. El contenido de nuestra mente se crea y organiza mediante mecanismos relacionados con la clasificación y la organización jerárquica. Por ejemplo, Bruner defiende que la construcción de conceptos y la relación entre estos se realiza a través de la formación de categorías o clases. Incluso, va más allá, y sugiere que cualquier relación con lo que nos rodea implica el uso de categorías, porque estas nos permiten simplificar el entorno y reconocer las cosas, y gracias a esto podemos crear las pautas que dirigen nuestro comportamiento. ¡Vamos, que si no pudiéramos clasificar lo que percibimos iríamos por la calle hechos unos auténticos zombis!
Encontramos muestras de este afán clasificatorio prácticamente en cualquier actividad humana. Hay clasificación en asuntos tan cotidianos como el interior de un ropero, la carta de un restaurante o la distribución de los productos en un supermercado; y, por supuesto, en actividades menos conocidas, como las que se realizan en una biblioteca a través de los sofisticados sistemas de clasificación y recuperación del conocimiento.
Desgraciadamente, también la hay en nuestras relaciones, en la educación y en la sociedad que para sí quieren los poderosos. Los partidos políticos y los medios de comunicación modelan sus leyes y discursos de acuerdo a clasificaciones; y muchos de nosotros, inconscientemente, construimos nuestros criterios y deseos de acuerdo a la mismas. Sin embargo, no usamos la clasificación para algo que de verdad merece la pena: aprender. ¡Eso tiene que cambiar!
¿Pero qué vamos a aprender haciendo clasificaciones? ¿Cómo volvernos unos obsesos del orden al estilo del protagonista de Mejor imposible? Puede que sí. ¡No!, es una broma. Recomendamos que la uses como técnica de estudio no como filosofía de vida.
En serio, aprender a clasificar es algo esencial y uno de los procesos básicos del razonamiento humano. Es fundamental para hacer descripciones analíticas, desarrollar el pensamiento deductivo, organizar información y realizar investigaciones. Todo esto hace hace de ella una técnica muy eficiente, que nos permite almacenar bastante información en muy poco tiempo.
En los siguientes posts te ofrecemos, por un lado, la teoría que debes manejar para aprender a utilizar la clasificación como técnica de estudio, y, por otro, varios artículos en los que ponemos en práctica lo aprendido afrontando el estudio de diversos temas. Aunque estamos seguros de que solo con los artículos prácticos serás capaz de cogerle el rollo a esto de clasificar, no estaría de más que le eches un buen vistazo a la teoría, sobre todo si eres docente y tienes pensado programar actividades para que tus alumnos y alumnas aprendan esta técnica.
En relación a esto último, debemos ser conscientes de que, con esta serie de artículos, nuestro objetivo es presentar la clasificación como técnica de estudio y ofrecer las nociones básicas para utilizarla como tal. Los artículos teóricos, y los prácticos, como observarás, se ocupan únicamente de describir la técnica, sus elementos, su funcionamiento, etc. Para llevar la clasificación al aula, no basta con que el docente tenga soltura en su manejo, este deberá reflexionar e investigar sobre los posibles momentos en los que ponerla en práctica y en como hacerlo. En este sentido, te damos los siguientes consejos:
♦ Primero coge experiencia clasificando.
♦ Su aprendizaje ha de estar integrado en el currículum.
♦ Realiza actividades de aproximación con contenidos que los alumnos y alumnas tengan dominados.
♦ Debe afrontarse al principio como una actividad práctica y, paulatinamente, con el paso de los años, de forma natural, comenzará a verse como una técnica sobre la que reflexionar y proponer protocolos.
♦ La clasificación jerárquica tiene sus reglas, y debemos respetarlas, pero no hay clasificaciones buenas o malas. Un tema puede enfocarse de diversas maneras y producir diversas clasificaciones.
♦ Promueve en tus alumnos y alumnas una actitud de reflexión sobre el proceso clasificatorio y sobre la utilidad de las clasificaciones que van realizando.
♦ Y, obviamente, utiliza planteamientos motivadores y variados.
Además, te recomendamos que conozcas la propuesta didáctica que se hace en Proyecto de inteligencia «Harvard» (ver la bibliografía de este artículo). Aunque en la actualidad las estrategias de aprendizaje no se enseñan al margen del currículum, que es como se trata la clasificación en este programa de entrenamiento cognitivo, es una de las pocas publicaciones que puede servirte de guía para programar actividades para enseñar esta técnica.
2. Programa
Presentación
Artículo 1. La clasificación como técnica de estudio (este artículo).
Teoría
Artículo 2. ¿Qué es clasificar?
- Definamos clasificar
- La clasificación como técnica de estudio
- La clasificación como concepto dual
- La clasificación jerárquica
- Observar
- Comparar
- Comparado
- Referente
- Variable
- Relaciones absolutas
- Relaciones relativas
- Características esenciales
Práctica
Artículo 4. Los tipos de estrofa
3. Bibliografía
García-Huidobro, C. (1999). A Estudiar se Aprende. México, D. F.: Marcombo.
Martín del Buey, F., Martín Palacio, E., Juárez, Á., & Fernández Zapico, A. (2005). Técnicas de estudio sistematizadas. Universidad de Oviedo. Cátedra de Psicología Evolutiva y de la Educación.
Megía Fernández, M. (Ed.). (1999). Proyecto de inteligencia «Harvard». Madrid: Ciencias de la Educación Preescolar y Especial (CEPE).
Navarro Guzmán, J. I., & Aguilar, M. (1999). Psicología de la educación y teorías del aprendizaje. En Psicología del desarrollo y de la educación en edad escolar (pp. 285-315). Valladolid: Ámbito.
Rodríguez Sánchez, S. (2015). Psicología de la Educación: Grado en Educación Infantil y Primaria. Madrid: Pirámide.
Trianes, M. V., & Ríos Carrasco, M. (2004). Modelos cognitivos de aprendizaje escolar. En Psicología de la educación y del desarrollo en contextos escolares (pp. 401-420). Madrid: Ediciones Pirámide.
Deja una respuesta